Vivo un sueño: el soldado Guilad Shalit fue liberado al fin, luego de tantosufrimiento, de tanta expectativa, de tantas falsas negociaciones y de tantas dudas. El pueblo de Israel festeja, los soldados festejan.
Los palestinos civiles respiran aliviados. El secuestrado era ya una carga peligrosa para ellos y un detonante peligroso de una nueva guerra en su territorio. Sus padres festejan y podrán al fin dormir tranquilos esta noche. Ellos que han hecho todo para lograr el objetivo, que no han cedido a ninguna presión y que cada minuto de su tiempo lo han dedicado a contactarse con las más diversas autoridades y personalidades mundiales presionando para liberar a su hijo.
Esta mañana en un operativo sin precedentes, comandos israelíes realizaron sorpresivos ataques simultáneos que culminaron con la liberación del soldado sin que se produjeran víctimas de ninguna de las partes.
La ONU objetará la forma del operativo:
el haber ingresado sin permiso a territorio palestino
Quiero despertar un día y encontrarme con esta noticia en los diarios, ya no como la imaginaria situación que plantea esta nota sino como una noticia verdadera que recorra el mundo con un único titular que diga:
“Guilad Shalit está en libertad””.